Acertar con las plantas que vas a colocar es fundamental en un jardín. Las más apropiadas son las autóctonas, o especies bien adaptadas al clima. Pero lo más importante es que compruebes su altura y tamaño cuando sean adultas para evitar composiciones poco estéticas que te resten espacio.

También ten en cuenta los colores, las flores de colores cálidos o fuertes, mejor cerca de la casa y las de color frío o más suaves, a lo lejos. Así ganarás espacio visual.

Si comienzas colocando bien tus plantas te resultará mucho más sencillo mantenerlas sanas después, y para que lo consigas, te compartiremos ocho pasos que, además de fáciles, son eficaces.

1-Si no quieres que el macizo quede como una piña

Calcula cuantos ejemplares caben en él. Piensa que el tamaño de una planta al comprarla no tiene que ver con el que tendrá cuando crezca. Por esta razón primero debes medir el macizo y una vez en el vivero, lee las etiquetas de cada especie para averiguar su altura y anchura final.


2-Si has preparado bien el suelo

No te hará falta abonar hasta que pase un mes de la plantación. Después, ya puedes agregar un abono específico para la especie que instalaste o según lo que prefieras conseguir de ella: hojas más verdes, más flores, mejor olor…


3-Un mes antes de plantar

Pon el terreno en condiciones. Múllelo para descompactarlo a unos 30-40 cm de profundidad. Luego: si es seco, introduce materia orgánica fibrosa para mejorar su capacidad de retener el agua; y si ocurre al contrario, tendrás que añadir arena de jardín y compost para que drene bien y evitar que se encharquen las raíces.


4-Mientras la planta se aclimata

La regularidad en los cuidados es clave. El riego debe ser continuo y periódico, según las necesidades de cada especie; y en verano es óptimo regar por la mañana temprano o al caer la noche. Tampoco dejes que afecte mucho el sol fuerte o que el viento eche abajo todo el trabajo. Protégela con tubos, tutores, cortavientos...


5-Escoge plantas de aspecto sano y fuerte

Que tengan muchas yemas en lugar de flores. No aproveches las gangas; a veces la rebaja se debe a la presencia de plagas o enfermedades o a algún daño. Haz la compra lo más cerca posible del momento de colocarlas en su sitio para evitar que se sequen o se estropeen.


6-A excepción de los ejemplares a raíz limpia

Que se plantan durante el invierno, lo normal es hacerlo en otoño o primavera. En esta última estación, planta a última hora del día para que la planta se acostumbre al nuevo sitio antes de empezar a sufrir el calor del día.


7-Riega de forma abundante la zona donde vayas a plantar

A menos que ya esté empapada porque ha llovido. Luego cava un hoyo más ancho y profundo que el cepellón, más o menos, dos veces su tamaño, para que la tierra que de suelta alrededor de las raíces y arraiguen bien.


8-Si el sustrato de las plantas que adquieres en contenedor está seco

Riégalo antes de extraer el ejemplar para que no se desmorone el cepellón. Con una mano, agarra el tiesto y con la otra sujeta el cepellón y la parte baja de los tallos, ponlo boca abajo y da unos ligeros golpecitos para que se suelte y salga la planta.

¡Y listo! Siguiendo estos pequeños consejos seguro que consigues un jardín mucho más sano y duradero, además de conseguir un mejor aspecto visual.