El otoño ya está en camino y, tras él, vendrá el invierno, lo que se traduce en la llegada de unas condiciones climatológicas que afectan negativamente a las fincas y los jardines, como bajada de las temperaturas, lluvias con frecuencia, heladas nocturnas,... Pero eso no es impedimento para tenerlo en buenas condiciones.

Por suerte, se puede proteger el jardín y conseguir que llegue a la primavera en perfecto estado gracias a una serie de acciones, de las cuales algunas se nombran a continuación junto a las herramientas que se aconsejan para llevarlas a cabo.




Limpieza general

Con la llegada del otoño las hojas de los árboles se secan y caen al suelo. Ante esta situación existen dos soluciones: una de ellas es pasarles el cortacésped por encima y así trocear las hojas, lo que más tarde se convertirá en abono para la hierba, cuando los restos se junten con la lluvia.

La otra opción es recoger las hojas del suelo, lo que se puede hacer manualmente, con un rastrillo, o con una sopladora, la cual permite hacerlo de manera más rápida y cómoda, además de ser muy fácil de usar, como el SOPLADOR CAMON EBV260E.



Pero no solo son las hojas lo que hay que limpiar, si no que también se deben lavar las aceras, las paredes y las cercas, con el fin de eliminar la tierra que tengan para impedir que algunos insectos como las arañas se reproduzcan en ellos. En esta tarea se aconseja utilizar una lavadora a presión, ya que se aplica agua con fuerza.

Otra labor que forma parte de la limpieza del jardín es la siega de la hierba para añadirle un abono y que así crezca con más fuerza para la primavera. 

Cuidado de las plantas y los árboles

La atención que se le debe prestar a las plantas y a los árboles en esta época del año es más bien preventiva, para ayudarles a crecer mejor en el período estival. Lo fundamental es protegerlos del frío y de las noches de helada, lo que se puede conseguir cubriendo los árboles jóvenes con un plástico.

Por otro lado también se puede aprovechar para quitar las ramas viejas y muertas de los árboles más maduros o las hierbas malas de las plantas y así permitir que reciben más cantidad de agua, para lo que se emplearán unas tijeras de podar, una motosierra pequeña o incluso un cortasetos.

Además, el otoño es un buen período para trasplantar, debido a que la tierra está húmeda por la lluvia, pero aún guarda en calor del verano que le servirá a la planta o al árbol a adaptarse en su nuevo lugar, por lo que resulta lógico que para algunas especies esta sea la estación más idónea para nacer y crecer, como las rosas. Será fácil de hacer si se tiene una pala a mano.



En el lado opuesto están las plantas que no resisten muy bien al frío, y en especial a las heladas, por lo que sí están en macetas lo conveniente será que se resguarden al abrigo de algún cobertizo, como un porche o un granero. Es recomendable que se les cambie la tierra para que así tengan más nutrientes y resistan mejor las bajas temperaturas. 

Lo cierto es que el jardín otoñal no es el mejor de todos, pero se puede hacer que alcance un encanto digno de disfrutar.