El césped requiere de un cuidado y vigilancia continuos, siendo una tarea agotadora y complicada. Cuando en un jardín aparecen zonas amarillentas, calvas, hongos, musgos… es un claro ejemplo de que no se han llevado a cabo los cuidados oportunos.

Por suerte, este problema tiene solución y, desde Gaima, te aconsejaremos para que puedas lucir un césped perfecto.

En primer lugar, es fundamental comprobar que los sistemas de riego funcionan correctamente. Este tipo de utensilios suelen dejar de trabajar correctamente cuando están mucho tiempo parados o están expuestos a condiciones climatológicas adversas.

Además, es importante asegurarse de que el agua utilizada es apta para el riego y no tiene herbicidas o alguna substancia tóxica para el jardín. 



Posteriormente, es recomendable limpiar el terreno que se quiere recuperar. Eliminando así maleza, malas hierbas, hojas, … dándole mejor estética al espacio y permitiendo a la hierba crecer en buenas condiciones.

En caso de haber arbustos o árboles, es importante podarlos de forma adecuada, asegurándose de que no tienen ramas muertas que le estén quitando vitalidad y controlando su crecimiento.

Uno de los pasos más importantes es el de controlar el estado general del césped una vez que está limpio. Esto permitirá detectar posibles plagas, presencia de hongos, daños en la tierra… y actuar antes de que el problema sea más grave.

En caso de que haya alguna especie invasora robándole vitalidad al terreno es necesario contar con la ayuda de un profesional con licencia para manipular insecticidas, plaguicidas, herbicidas… y erradicar el problema de raíz.

Posteriormente, es necesario devolverle la vitalidad al césped y eso se consigue con la utilización de la Escarificadora.






Esta máquina permite realizar cortes superficiales (eliminando raíces, residuos, …) aumentando la oxigenación, fundamental para la recuperación del jardín. Esta tarea es recomendable efectuarla en primavera u otoño, ya que, es cuando el clima es menos extremo y permite recuperar mejor a la hierba. 

La utilización de esta herramienta es muy sencilla, solamente se tiene que pasar como si fuera una cortacésped convencional (a una velocidad reducida para que le de tiempo a hacer su función) y, además, su mantenimiento es muy simple. Por ello es un utensilio recomendable para cualquier persona e imprescindible para mantener el césped en óptimas condiciones todo el año.

Tras escarificar el jardín se observará como poco a poco la hierba crece con gran densidad y fuerza y sin gastar grandes cantidades de dinero.

El último paso, y quizás el más olvidado, se basa en cuidar todo lo relacionado con los cierres y el mobiliario utilizado. Es importante que todos los elementos que se coloquen en los jardines sean de materiales adecuados para soportar las diferentes condiciones climáticas y que el cierre cumpla su función, evitando la entrada de cualquier persona o animal que pueda estropear todo el trabajo llevado a cabo.

Todos y cada uno de estos pasos son claves para recuperar un césped abandonado, a pesar de eso, no es recomendable llegar a una situación crítica del césped porque su restauración es más costosa y laboriosa que un cuidado rutinario.