Con la llegada de la primavera se produce un cambio climático que supone el aumento de la temperatura media, además de lluvias que contribuyen a que suba la humedad.

Todo esto contribuye a la aparición de plagas y enfermedades que ya se encontraban en tus plantas ya que se encuentran en las condiciones óptimas para desarrollarse y atacar los cultivos.

Cuando el origen de la plaga es un parásito, se puede observar a este individuo y a sus consecuencias a simple vista la mayoría de las veces. A continuación te nombramos las plagas más frecuentes que nos podemos encontrar en gran parte de los jardines:

Pulgón

Parásito que ataca a los brotes tiernos. El síntoma más evidente que las hojas se vuelven pegajosas a causa de la melaza segregada, oscurecidas por mohos como el negrilla, que suelen acompañar a esta plaga, y enrolladas como consecuencia de la gran cantidad de savia extraída.

Existe un remedio casero para combatirlo, que es la disolución de dos cucharadas de jabón en escamas y dos de alcohol en un litro de agua. Se pulveriza el ejemplar afectado con ella, si el ataque no es demasiado fuerte o como medida preventiva. Si, por el contrario, es intenso, lo mejor será utilizar un insecticida sistémico y polivalente ayudado por un pulverizador como el CAMON 3WZ-6F.




Araña Roja

Otro parásito, cuyo síntoma principal son las finas y sedosas redecillas que va dejando a su paso, sobre todo en el envés de las hojas y el ligero amarilleo del follaje, como consecuencia de la succión de la savia por las diminutas arañitas. Existen cepas resistentes a los pesticidas.

Se puede prevenir su aparición elevando la humedad con rociados periódicos de agua y manteniendo las plantas bien regadas para posteriormente utilizar un insecticida total

 

Cochinilla

Se trata también de un parásito. Hay muchas especies de cochinillas, y todas tienen en común el caparazón que las protege, la melaza pegajosa que segregan y la atracción que ejercen sobre el hongo negrilla, que suele aparecer asociado a ellas y que dificulta la fotosíntesis de la planta. Se instalan casi siempre en ejemplares atacados por otras plagas y se alimentan de material vegetal descompuesto, por lo que conviene eliminar los desechos de las plantas para prevenir su aparición.

Algunas especies chupan la savia de las hojas, deformándolas. Un remedio casero es limpiar las plantas con un algodón impregnado en alcohol de ginebra y agua al 50%, o combatirlas con insecticida sistémico.



Roya

Esta plaga surge por el ataque de un hongo: La roya. Se reconoce por la aparición de pústulas o masas compactas de esporas de color naranja brillante (principios de año) o marrón (resto del año) en las hojas o en los tallos de las plantas. Las zonas infectadas suelen perder el color original y marchitarse hasta que acaban muriendo, por lo que conviene eliminar las cuanto antes para que la infección no se extienda. La humedad elevada estimula a los hongos que la provocan, que se diseminan con la ayuda de la lluvia y las corrientes de aire.

Como medida preventiva, hay mejorar la circulación del aire espaciando los ejemplares y evitando los desarrollos frondosos. Si continúa la plaga, hay que utilizar un fungicida polivalente.

Mildiu

Se trata de otro hongo y se reconoce por las manchas amarillas o descoloridas en el haz de las hojas y eflorescencias de color blanco grisáceo o púrpura en el envés, que se van extendiendo hasta ocupar completamente la hoja y ocasionarle la muerte. Afecta a todo tipo de plantas, aunque es más frecuente en ejemplares jóvenes y en los que crecen en entornos húmedos. Para evitar el contagio, hay que retirar y destruir inmediatamente las hojas infectadas y mejorar la ventilación alrededor de las plantas.

Es importante que no haya malas hierbas y que los ejemplares cuenten con espacio suficiente para desarrollarse sin necesidad de pegarse a otros. Debemos evitar además los riegos aéreos y aplicar un Fungicida Sistémico.


Oidio

Es una plaga producida por el hongo Oidio que ataca principalmente a hojas y tallos jóvenes, situadas normalmente en la sombra y en zonas o épocas de mucha humedad ambiental. Se reconoce por la aparición de una capa de aspecto harinoso y de color blanco o grisáceo sobre las hojas verdes de la planta, que luego se ponen amarillas y secan.

Su origen está en factores climáticos y tipo de abonado. Para evitar esta plaga, hay que corregir sus causas, eliminar las partes afectadas, airear aclarando la planta con una poda. Podemos controlar los Oidios con la aplicación de polvos minerales a base de azufres.